Ambiente de gala, con un buen puñado de metalheads con ganas de ver lo que hacían el señor de la guerra en este 2014.
La velada la abrían los locales ARS NOVA. Una banda que ya hace tiempo que funcionan y que tenían un papel difícil. Por un lado pese a ser un grupo de heavy, se aparta de lo que en muchos casos busca el fan de warlord. Y por el otro, la apatía generalizada por la gran mayoría a escuchar nuevos grupos. La banda ha tenido diferentes cambios. Uno de ellos Alfonso Sánchez a la voz. Y prueba de esos cambios era el set, con La guerra del amor como única canción de su primer trabajo llamado igual que la banda. Una banda que se mueve entre el heavy, el power y estructuras cercanas al progresivo. Blanco, alter ego, yo sigo aquí, pienso y una buena versión del cemetery gates de Pantera ponían punto final a un concierto en el que salieron vencedores pese a la situación con que tenían que lidiar.
Acabados Ars nova turno para los marselleses STONECAST. Estos una banda más cercana en estilo a Warlord, lo cual les daba un tanto de ventaja. Pero una banda que le sucede como a muchas otras. Suenan bien, le ponen ganas, son buenos músicos, pero…. No convencen a mi parecer los temas. Les falta alma. Franck “Kanon” tiene buena voz, y se deja la piel para que la gente conecte y disfrute, pero me dio la sensación que la gente no acabó de entrar en el show pese al esfuerzo. Un set basado en sus dos álbumes que tienen Inherited Hell y Heroikos. Eso sí, los fans de Manowar posiblemente disfrutaron de estos franceses.
Y ya por último los esperados por todos WARLORD. Con un Mark Zonder que es una auténtica bestia de la batería, y un William J Tsamis como dos únicos miembros “reales” de la banda, salían a poner caliente como el mismísimo infierno, la sala pequeña del complejo Razz. A la voz Nicholas Leptos, un vocalista que tiene una voz muy apropiada para el épico metal de los americanos. Philip Bynoe al bajo, Paolo Viani a las guitarras y Angelo Vafeiadis a los teclados era el resto de la banda. Desconozco si tocan mucho o poco, pero el nivel de la banda me pareció súper correcto.
Con Lucifer’s hammer daban pistoletazo de salida a una noche muy esperado por muchas y muchos. Battlle of the living dead del álbum Rising from the ashes cantado por Joacin Cans, fue la siguiente. War in heaven, Winds of Thor y Achilles revenge daban una buena muestra de ese disco. Unos de sus grandes temas Winter tears sonó a gloria. Épica y pasión en estado puro. Black mass, Aliens o Lost and lonely days para recordar temas más antiguos. Y de su último disco The holly empire del 2013 hubo participación con los temas Glory, Night of the fury, Kill zone, y 70000 sorrows dando muestra de que no viven solo del pasado. Pero para un servidor los momentos cumbres llegaron al interpretar clásicos como Child of the damned y Deliver us. Canciones de esas que hacen eterna una cosa llamada Heavy metal. Estandartes en forma de canción que los amantes de este estilo portamos bien alto con orgullo. Y canciones que hablan de cuando las noches se tornaban fieles compañeras de camino. Noches como la vivida en pleno 2014 en la pequeña razz de Barcelona. Una noche para recordar.
WARLORD
ARS NOVA
STONECAST
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